30 marzo 2023

Restauración de un joyero.










Llevaba mucho tiempo en casa y apartado, esos tesoros sesenteros que no gustan pero que tampoco te apetece deshacerte de ellos.



Voy a contarte, brevemente, como hemos pasado de un joyero con un destino incierto a un joyero en uso y admirado.

Es decir, de esto:



A esto:




LA OBSERVACIÓN:

Estaba bastante estropeado, toda la tela se había despegado y no era solo cuestión de pintar, tendría que ponerme muy en serio con él. Aquí no sería suficiente desmontar y pintar.





Análisis y diagnostico: 

En el fondo sabía el porque de no utilizarlo; tenía un defecto de fabricación, los cajones eran más cortos que el fondo total del joyero, y lo que pasaba es que a poco que los tocabas se terminaba cayendo todo.




¿Cual era la solución? Hacer los cajones mas grandes, no quedaba otra.

Pero: ¿podría?

Después de mucho pensar decidí que valdría la pena intentarlo.


Mira que me gusta desmontar las cosas, no me lo pienso nada, aunque luego me pasa factura.




Con una madera de contrachapado fina, hice los laterales y el fondo, ajustándolos a la medida del joyero. Esto si que me resultó difícil, las medidas milimétricas y sin material adecuado....



Aquí puedes ver la diferencia de tamaño.




El proceso:

Y aunque en esta foto ya ves el cajón pintado y empapelado, la pongo para que veas el proceso ya que las fotos del momento no se hicieron.



Primero una mano de todoterreno ya que seguro que sangraría.




Un color gris topo, los cajones con un papel de pergamino antiguo. 




El detalle de la tapa con un stencil.




Faltaba poner los tiradores.... oohhh. Se que los guardé muy bien guardados ya que era consciente que los perdería.... pues todavía no los he encontrado.



Puesto que no podía esperar idee la forma de hacer unos aunque fuesen provisionales.


Un clabito y una perla me servirían.


Y no parece que queden tan mal, no crees?









Llegados a este punto toca despedirse, espero que te haya gustado, también espero tus comentarios con todo el cariño del mundo, ya sabes que me hace mucha ilusión.


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15 febrero 2021

Cuelga collares. DIY.


¿Cuantas veces vamos al gigante sueco y salimos solo con lo que llevábamos en mente comprar? Yo no se tú, pero yo ninguna  de las veces, es más te diría que, incluso, lo que quería comprar se ha quedado...

Una de las cosas que me chiflan, como a muchas de las que estaréis leyendo esto, son las servilletas, y si son de flores ya me he vuelto loca total.

Pues éste es el capricho de una de las últimas visitas.








Cuando voy tengo claro que servilletas voy a comprar, pero los posa-vasos??? No me preguntes por qué lo hice, siempre gasto los míos que me encantan. Puedes verlos AQUI


Otra cosa que colecciono (guardo), solo por que queda mejor decirlo así, son tapones de corcho. Siempre tengo algo en mente para darles uso, pero estos de plástico me sorprendieron y decidí que también tendrían un espacio.





El procedimiento es muy sencillo y seguro que ya lo sabes, pero aún así te lo cuento brevemente.

Primero: pintar de blanco la parte donde pegaremos la servilleta, paso importante e imprescindible para que un decoupage quede perfecto.





Segundo: pintar el resto con la pintura que te guste.




Tercero: poner cola en la superficie pintada de blanco, poner la servilleta y cuando esté bien seca lijar el sobrante.



Cuarto: Hacer un agujero en el lugar que vayamos a poner el corcho. Yo he utilizado esto:





que como ves tiene la punta enroscada, pero al ser corcho puedes hacerlo con el mismo tornillo.

Quinto: ahora pondremos el tornillo por la parte de dentro, el corcho por el otro lado haciendo coincidir el tornillo con el agujero del corcho. Con la ayuda de un destornillador iremos apretando.




Sexto: En el extremo del corcho pondremos cualquier pieza que haga de tope para que no se caigan los collares.



Yo he puesto un corazón de madera que he pintado del mismo color que el cuelga collares.

Si te interesa puedes encontrar un video en mi página de Instagram, el enlace lo encontrarás al final del post.

Este pequeño detalle me sirve para unirme a las publicaciones del día del amor, sea con quien tu quieras, y para acompañar a Anna en su convocatoria mensual del Diydetodounpoco.




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05 febrero 2021

Tuneo muebles de IKEA. DIY




En efecto, hoy toca tunear un mueble de IKEA.

Por que creo que no soy la única a la que no le gustan, especialmente, este tipo de muebles. Y creo que esta afirmación es un sentir mucho más generalizado de lo que se quiere reconocer.

Si no, ¿porque hay tantos blogs que se dedican, casi, en exclusiva a hablar de como podemos hacer/tener un mueble original que no sea el archi-conocido mueble HEMMES, BILLY, MALM, etc.?

No obstante, creo que tienen sus cosas buenas, son versátiles, modernos, se pueden adaptar a algunos los ambientes y ofrecen multitud de posibilidades para decorarlos y gastar (relativamente) poco dinero. Cosas, a mi parecer, que tienen que ser pareja.

Solo necesitas un poco de imaginación y tener claras tus necesidades.

Las mías eran mantener el estilo sueco/modernista, y darle un aire personal sin hacer una gran inversión.

TE LO CUENTO.

Aprovechando unos restos de papel pintado me puse manos a la obra.




Tomé medidas y utilicé cola de blanca.



Con mucho cuidado, y después de que el papel estuviese bien seco, corte el sobrante.


Con una plantilla stencil XXL le hice varios motivos, repartidos de forma simétrica por el papel.



Utilizando pasta de modelar y un molde he cambiado el aspecto de los tiradores.




Solo un poco de pintura y cera color bronce.


En esta imagen tenéis el cambio más de cerca.








Aquí el cambio total.






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31 julio 2020

Mesa con palet.





Una de las cosas buenas que ha tenido el confinamiento es que nos ha dado mucho tiempo para hacer esas tareas tediosas que siempre intentamos postergar, o al menos eso me ha parecido, ya que he observado muchos objetos fruto de limpiezas profundas y recuperación de espacios.





Eso debió ser lo que le ocurrió a ella, realmente había sufrido mucho y se apreciaba a simple vista. Aunque eso no me frenó y le hice un hueco en casa.




Soy la primera en saber que la moda del palet está un poco trasnochada, pero estas patas me daban la posibilidad de utilizar unos trozos que tenía rondando.


Observamos en profundidad.




Las patas estaban en perfecto estado, estables, fuerte en sus escuadras, no le faltaban ni ángulos, ni tornillos.

Eso me aseguraba firmeza, y decidí darle un poco más de anchura al sobre. El anterior era de 45 x 45. Ahora de 60 x 60 cm.


Manos a la obra.

El primer paso es lijar la madera con grano grueso para quitar todas las astillas, después grano medio para unificar la madera y terminamos con el grano fino que nos da un acabado magnifico.


Unimos los 7 trozos con un listón atornillado por la parte de abajo. Previamente hemos acondicionado cada trozo para que sea lo más vistosa y estable posible.


Le damos un par de manos de tinte al agua para madera, pero solamente a aquellos trozos que quedarán de color natural, con la intención de que suba el tono.



Después una mano de tapaporos y lijada suave para quitar la pelusa que pueda haber salido.

Momento pintura.

Para los otros trozos elegí un amarillo, un azul y un verde.




Quería dar tan solo un toque de color, para lo cual utilicé la pintura muy aguada, dando unas pinceladas y extendiendo con la bayeta húmeda.

Las patas pintadas en un gris y con un pequeño decapado.


Consejos:

En este punto hay que tener especial cuidado para que no se mezclen los colores. Es fácil que al retirar el exceso pintemos la de al lado.


Es cierto que la elección de los trozos que están en mejor estado garantiza el resultado, aún así me ha sorprendido lo agradecida que es esta madera y no descarto volver ha hacer alguna que otra cosilla.

Ahora, después del resultado, me arrepiento de no haberme traído a su hermana. Sí eran dos iguales....



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15 enero 2020

Como hacer un pirograbado sin tener la DREMEL.

Aparentemente el encargo de mi hijo no debía suponer mayor problema; decorar una caja de pino con la temática de la serie Stranger Things, ya que se trata de el nuevo proyecto educativo del colegio.

Para lo cual me pidió consejo y me trajo los materiales, es decir la caja y las impresiones del logo que él mismo había realizado para el proyecto, y que veis aquí.




Mi opinión fue pintar la caja de negro y hacer el interior en un rojo semejante al logo.

Como la caja no tenía nada especial, solo tuve que lijar, quitar las bisagras y el cierre para poder pintar sin problemas.

EL PROBLEMA:

¿Habéis intentado hacer un transfer, decoupage o cualquier técnica sobre fondo negro?
Yo no...

Intente el método del precinto, que tan bien funciona sobre cristal, pensando que al ser negro y las letras rojas tendría posibilidades, pero no resultó. 

Aún así yo erre que erre, pero no quedaba bien.

LA SOLUCIÓN:

Y recordé los pirograbados en madera.... 
¿cómo conseguirlo sin tener maquineta?

Como sabes la madera de pino es especialmente blanda. Entonces conseguir el efecto de una pirograbación no sería difícil, ¿o si? 

¿Sabes que hay papel de calco de color blanco y amarillo?


Pues conseguí una hoja amarilla y así empezó lo divertido.


Con paciencia y un boli de punta redonda empecé a marcar haciendo presión.


La primera idea fue dejar la marca con el papel amarillo, pero no se veía demasiado bien y continue ejerciendo presión, con lo que conseguí unos surcos más fáciles de seguir.

No te voy a decir que fue rápido y fácil, laborioso y de paciencia sí.

Unas cuantas pasadas, con el boli, sin levantar el papel y así los surcos eran más fáciles para continuar, a continuación directamente.




Aquí puedes ver el primer paso.

Después encontrar un bolígrafo que no funcionara y de punta redonda.... ¿alguien guarda los bolígrafos que no funcionan?
Vale, yo si... nunca se sabe.

Y continuamos, ahora sin el papel, durante unas pasadas más.



En este momento ya estaba entusiasmada.
¿Sabes esa sensación que tienes cuando lo dabas por perdido y de repente se hace realidad? 

No podía parar, tenía que terminarla en ese momento.

Llegó el momento de pintar y utilicé el mismo rojo del interior de la caja.



Tenía la suerte que la tipografía elegida era la borrosa.



Sólo tenía que rellenar las letras y, rápidamente, limpiar con un papel de cocina.



Estaba quedando tal y como yo la había imaginado, y él la quería.





Ha quedado con algunas imperfecciones, aunque no creo que con la pirograbadora me hubiese quedado mucho mejor.

Realmente estoy satisfecha y lo mejor de todo es que a mi hijo le ha encantado.



Que no te frenen los obstáculos y podamos aprender a sacarles partido.

Y si te interesa conocer el proyecto educativo solo tienes que picar en el enlace que tienes a la derecha, Del pupitre a las estrellas.

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